fbpx

Gris

Para encontrar una buena trama que atraiga y capture la atención de un cinéfilo, la historia  debe contar con ciertos elementos que solo la experiencia de una pluma que sabe alimentar narraciones profundas con temáticas crudas bastante verosímiles, logra esa incomodidad de espejear algún momento de la vida donde se expone la vulnerabilidad de la humanidad en el juego de las emociones como lo hace Guillermo Arriaga en un guión que según comparte, estuvo perdido en un cajón por años y empolvándose para ser traído a la pantalla grande de la mano de sus dos hijos: Santiago y Mariana en su opera prima.

A Cielo Abierto es un ensayo catártico sobre el proceso del dolor utilizando el vehículo de una fuerte tensión emocional magistralmente escrito por el guionista de Amores Perros.

En la trama se encuentra un paralelismo vigente de ese accidente que cimbró la vida de dos de sus personajes creando una angustia con la que fácilmente te puedes identificar ante el proceso del dolor y las pérdidas.

La historia inicia con una tragedia en un ritmo que quizás parezca un poco lento pero que va creciendo en intensidad con actos así como soluciones inesperadas y congruentes dentro de paisajes áridos en una analogía que permite el sobresalto por la exposición de vivir la situación injusta de perder a un padre en un accidente aderezándose por la sed de venganza de sus hijos ante un hecho irremediable como la muerte.

Deja una respuesta