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Por Héctor Martínez

Han pasado cuatro años desde que vimos por última vez a Keanu Reeves, en el traje de John Wick, el asesino más buscado por La Mesa, regresa esta semana a las salas, recargado de acción, venganza y armas. 

Recordemos que al final de Parabellum (2019), John juro vengarse de La Mesa, ahora él ha encontrado la manera de obtener su libertad una vez por todas, no sin antes, enfrentarse a un nuevo enemigo, que tiene al mundo de su lado, el Marques de Gramont, interpretado por un Bill Skarsgård, cumplidor en su rol de amenaza, colocando al protagonista en la mira de todo asesino que busque ganar la gran recompensa por la cabeza de Baba Yaga. 

Para los fanáticos de la saga, encontrarán en este nuevo capítulo, un sabor familiar al origen, sin dejar de lado lo que ya ha construido, integrando personajes que son de apoyo para Wick, cuando no están tras él, para esta historia se integran Donnie Yen (Rogue One) como Caine un asesino ciego y amigo de John, quien no duda en regalar escenas llenas de acción, con un estilo de pelea único, la cinta no escatima en gastos, no pretende ser una película menos ambiciosa dentro de lo que le corresponde, al contrario, su presupuesto de 90 millones de dólares  respalda las grandes coreografías de batallas, vestuarios y escenarios como el arco del triunfo donde suceden de las mejores secuencias del protagonista. 

El regreso de John Wick a la pantalla grande busca satisfacer a los más grandes seguidores de la franquicia y del genero de acción, así como poner un cierre al menos por ahora de este famoso personaje, descubre cuantos hombres tendrá que pisar John en busca de su libertad y tranquilidad a partir del 24 de marzo del presente año. 

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