Vilma Palma hace vibrar la CDMX
Martha O. Torres
Tras una larga espera, la famosa banda argentina, Vilma Palma e Vampiros, saldó su deuda con sus fans chilangos, quienes el pasado viernes 24 de junio bailaron al ritmo de “El auto rojo” “Bye Bye” “Pachanga” entre otros éxitos.
El teatro Metropolitan ubicado en la Avenida Independencia de la Ciudad de México comenzó a llenarse alrededor de las 7:30 de la noche. Sonaban de fondo canciones de la época dorada del rock en latinoamérica y rápidamente la nostalgia comenzó a apoderarse del lugar.
A pocos minutos de las 8:00 de la noche, comenzó a escucharse en los altavoces “Primera llamada”…”Segunda llamada”…”¡Comenzamos!”. Luego de que el teatro quedará en completa oscuridad, las luces rojas provenientes del escenario alumbraron el lugar, y los gritos de emoción de los fanáticos eran incesantes. De fondo, la imagen de Saturno en la gran pantalla y en el centro del escenario los integrantes de la banda comenzaban a tomar su lugar.
Mario Gómez (vocalista) iba de extremo a extremo del escenario animando al público que ya de por si se encontraba eufórico “Hola México, ¿cómo están? ¡Cuánto tiempo! ¿Quieren escuchar algo de música? ¡Arriba! ¡Dale!” fueron las palabras con las que inició el concierto. “Auto rojo” fue la primera canción de la noche, y como si no hubiese pasado el tiempo, el público comenzó a cantar la canción a todo pulmón.
Éxito tras éxito la gente no dejaba de cantar y de bailar al ritmo de “Vilma Palma e Vampiros”. Los fondos en la pantalla enriquecían la música, en ellos se observaban desde imágenes naturales hasta animaciones coloridas que estimulaban las pupilas. Las estatuas griegas (partes de la decoración del teatro) también complementaban está magnífica escena, ya que parecían iluminarse al ritmo de la música.
El momento más conmovedor del concierto
Cerca de una hora y media de concierto había transcurrido, Mario Gómez había presentado a los integrantes de la banda: Gerardo Pugliani en el bajo, Carlos González en la batería, Karina Di Lorenzo y Fabiana Díaz en los coros, Pablo Cejas en la guitarra, Martín Cura en los teclados y Lucho Cristini en las percusiones.
La última canción de la noche parecía ser “ La Pachanga”; sin embargo, el público pedía más de Vilma Palma, ante tal insistencia, la banda decidió complacer a sus fans. Tocaron distintas peticiones y firmaron algunos objetos que las personas les extendían.
Durante este conexión tan especial que surgió entre banda-admiradores, Mario Gómez hizo una fuerte declaración “Ayer falleció mi papá, al cielo pá, hay que empujar a la vida” Luego de tal noticia, contó como su familia y la música le habían dado fuerzas para salir al escenario, a pesar del duelo por el que estaba pasando. Como homenaje hacia su padre, su madre y su hermano menor, la banda interpretó “Otra canción de amor” cuya letra cautivo a todos.
El concierto terminó con un cover de la canción “Let it be” de los Beatles y las palabras de agradecimiento de Mario a su público mexicano que tan pacientemente esperó su presentación durante todos estos años.
Poco a poco nos fuimos retirando del lugar; sin embargo todos los que estuvimos presentes salimos complacidos por la gran calidad del show y el esfuerzo de cada integrante de la banda por hacer una presentación memorable. Sin duda Vilma Palma es una banda icónica cuya fama y esencia continúa latente.